CALENDARIO

Funciones en el Teatro de La Abadía desde el 27 de Marzo al 1 de Abril.

ACERCA DE LA OBRA

Unas breves palabras sobre la obra que representamos.

¿DE QUÉ VA EL MISÁNTROPO? ¿LLEGARÁ AL PÚBLICO?

En una primera lectura rápida la obra es una crítica de costumbres a la falsedad de las relaciones laborales, los intereses en las relaciones afectivas y el juego del poder.

SOBRE EL ESCENARIO...

Gracias a la mirada de Lucía Baños tenemos la suerte de poder disfrutar de estas imágenes en La Cabrera.

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domingo, 25 de septiembre de 2011

"Ensayando el Misántropo" en el teatro de La Abadía

Teatro de La Abadía
Temporada 11/12
Ensayando el Misántropo




teatroabadia.com

A partir de la obra de Molière
Dirección: Luis d’Ors
Producción: Taller de Exploración de La Abadía y la Compañía de Actores Michael Chéjov


Del 28 de marzo al 1 de abril de 2012


Sinopsis

Después de un ensayo de El Misántropo, la compañía ofrece un cóctel promocional a su público. Los conflictos de la comedia original de Molière permean las relaciones entre actores, agentes, amigos, productores... No resulta difícil reconocer y trasladar la falsedad de este "mundillo" del teatro a cualquier otro ambiente.

A partir del dinámico guión de Luis d'Ors, colaborador habitual desde los primeros tiempos de La Abadía y director de la Compañía de Actores Michael Chéjov, se lleva a cabo el segundo Taller de Exploración (TEX), cuyo resultado provisional se presenta a modo de boceto escénico.

Los Abadías en marzo

El segundo bloque de Los Abadías de esta temporada consiste en la presentación de dos trabajos en proceso, como hicimos el año pasado con el Taller de Exploración (TEX) en torno a Los sueños de mi prima Aurelia.
Naturalmente el teatro siempre está "en proceso": una vez estrenada, la obra sigue viva, cada representación es distinta. Pero en estos casos no se pretende ofrecer un espectáculo acabado, sino el material sin pulir, teatro en estado puro.

martes, 21 de junio de 2011

Dos abanicos o una muñeca rusa


16.Molière no explica de dónde viene la violencia del misántropo. Lo irracional de su conducta lo hace interesante. De la misma forma ocurría en “Dejad de quererme” (ver entrada 2ª de este blog; 28 de marzo); la película fluía cuando nada era explicado. Ocurre con frecuencia en el teatro: cuanto mayor artificio, mayor verdad.
La suma del nuevo tema de nuestra versión contemporánea (el final de los ideales de juventud) al tema del original (la lucha entre conformismo e inconformismo y la hipocresía social), ¿enriquece un tema al otro o empobrece la función? ¿Da claves luminosas o hace explícita la conducta del protagonista? ¿Qué aporta y que sustrae a la obra? ¿Es una muñeca rusa en la que una perspectiva microscópica (la de Max consigo mismo) está dentro de la otra, más periférica (la de Max en sociedad)? ¿O son dos abanicos los que se abren incompatibles, agarrando a trasmano al espectador y provocándole confusión?
Si la edad, (la crisis de los 40), si el estar dolido (porque no le ha ido bien en la vida) es lo que explica todo el exabrupto del protagonista, entonces la suma de los 2 temas es una elección equivocada.
Si por el contrario ambos temas, (el tema de la necesidad de acabar con el engaño de la sociedad, y el tema de la necesidad de dejar de engañarse a sí mismo) se interrelacionen, entonces iluminará uno al otro y la obra cobra profundidad.

sábado, 11 de junio de 2011

Mantener vivo el peligro de la función

16.Estos días ha saltado en la prensa el escándalo de Dominique Strauss-Kahn, presidente del FMI. Más allá de lo cierto o falso de las acusaciones, lo que me interesa del asunto es la capacidad –hoy como ayer- de “matar” socialmente la reputación de una persona.
Molière trata en El Misántropo el daño irreparable que puede provocarse sobre una persona, enviándolo al limbo social (en la obra, Alceste está pendiente de un juicio por difamación). El protagonista se la juega diciendo las verdades. Por muy ridículos que sean los marqueses, son gente cercanas al poder y peligrosos si se decidieran a perseguirle. Esta dimensión se ha de tener muy en cuenta en cualquier traslación de la obra al mundo contemporáneo: es una circunstancia límite en la obra. La denuncia de la hipocresía puede ser letal para el personaje, puede dejarle sin trabajo, sin amigos, sin dignidad. Ese coraje de Alceste-Max que, a pesar de todo, se atreve a jugar con esos límites, es lo que enamora a Eliante- Mahue.

viernes, 3 de junio de 2011

El misterio-Misántropo



15. La semana pasada hablábamos de la condición imprevisible del teatro. También de la necesidad de mantener vivo el misterio en las conductas humanas para el interés artístico.
Molière nos escamotea los motivos de la misantropía de su personaje. Ni le interesa ni nos explica qué le ha pasado a Alceste. Esa es su fuerza, el guardar en la recámara cualquier explicación. Alceste es universal porque permite interpretaciones diversas. A lo largo de la historia se ha querido ver en él, desde un héroe revolucionario, en la época romántica, hasta un elitista con marcado sentimiento de clase, por los marxistas. Y Molière parece decirnos como el maestro sufí: “Está tu verdad; está mi verdad. Y está la verdad”. El artista Molière, en sus mejores creaciones, plantea fantasmas en los que caben todas las contradicciones. Porque tan lógico es sentirse cerca del inconformista que se salta todas las reglas, como es natural la antipatía por quien no hace sino quejarse y se aparta de todos por considerarse superior al resto. Y tan plausible es sentir lástima por la víctima, como desear distanciarse de quien busca la animadversión de todos, y hasta su propio castigo. Pero, ¿cómo es posible que un personaje tan desagradable, con esa naturaleza caprichosa y violenta, concite la fascinación de las 3 féminas en la función? ¿Qué hace de Celimène una mujer tan irresistible, rozando los peligros que pueden provocar perder el favor de su público? He aquí algunas jugosas preguntas para autor, director y demás intérpretes. Su misión, creo yo, es cuidar que estas preguntas permanezcan vivas en la mente del espectador. Cualquier versión que intente igualar el interés que plantea Molière debe velar por tensar el hilo de estas paradojas, por hacer vivir esta variedad de colores.
El peligro de cualquier acercamiento contemporáneo a este clásico proviene de lo explicito de las motivaciones, del exceso de sicologismo y la búsqueda de identificación del espectador. Si tan comprensibles son las conductas, se acaba perdiendo la vibración en el espectador. En mi re-escritura busco, versión tras versión, provocar grietas en la convicción del espectador. Porque esta es la grandeza del arte: el misterio que hará seguir tratando de desentrañar el alma humana, tan verdadera e inasible en la ficción como en la vida.

jueves, 26 de mayo de 2011

O es imprevisible o no es teatro


14. La grandeza de los poetas dramáticos con el secreto del teatro, es plantear tensiones imprevisibles.
Un actor, un verdadero actor, sabe que no puede atravesar su camino en el escenario cómodamente. Ahí no hay actuación. Es entendible la búsqueda de seguridad, pero el verdadero actor sabe que su arte es el del funambulista en la cuerda floja. Desde el momento en que, como espectador, no sé qué puede esperarme en el paso siguiente, entonces es cuándo me incorporo en el quicio de la butaca, fascinado. Así, la rusa Elena Gorina en “Natasha´s Dream”, dirigida en sus acciones imprevisibles por la sabia mano del director Dyikanbaev, (Festival de Otoño en Primavera). Sin ese equilibrio precario, sin esa incertidumbre no hay vida. Ni drama.
El autor y director deben velar por lo imprevisible. Si desde el principio sé por qué actúa así el misántropo, ¿voy a esperar hora y media para ver confirmadas mis convicciones? Vamos al teatro para vivir las tensiones y emociones que vivimos soterradamente. Hacemos teatro para saber qué queremos contar, y cuando continúo deseando poner en escena una obra es porque aún no he descubierto qué me está diciendo...
Mi abuelo Xènius (con fama de escritor de difícil comprensión), cuando preguntó a su secretaria si la glosa que acababa de dictarle era clara, y ella así lo afirmó, le espetó para su perplejidad: “Pues oscurezcámoslo”.
Así me pregunto yo, ¿no convendría que este misántropo contemporáneo permanezca en el misterio?, ¿no debería este fantasma de personaje pervivir en lo oscuro imprevisible sin el que no hay arte? Seguiré meditando sobre ello en la próxima entrada de este blog.

viernes, 20 de mayo de 2011

El proyecto “Ensayando…” es también mi diario

13.Lo que me entusiasma del proyecto “Ensayando…” es que es un diario de mi vida, en el ámbito en el que vivo, el teatro, y en diálogo con los poetas dramáticos: Molière, Shakespeare, Ibsen, Chéjov... Salvando todas la distancias, procedo como Truffaut con su saga sobre Antoine Doinel (Los cuatrocientos golpes, Besos robados, Domicilio Conyugal, El amor a la fuga…), “Ensayando…” es también una saga, en la que en diferentes registros y a través de losconflictos de la gran dramaturgia, se pinte ¡¡¡nada menos!!! que un friso de la humanidad.

¿De qué va El Misántropo? ¿Llegará al público?

12.Confío en que esta sea una propuesta válida para el gran público.
La obra transcurre en el mundo del teatro, y esto es, un inconveniente. Josete Alcobendas me confiesa su prejuicio sobre una obra más de teatro dentro del teatro: “ya están los cómicos hablando de sus cosas”. Pero en esta obra el ámbito teatral es un marco como podría ser cualquier otro. La obra no trata del teatro, sino de la ficción sobre la que muchas veces se construye la propia vida.
En una primera lectura rápida, aún superficial, la obra es una crítica de costumbres a la falsedad de las relaciones laborales (los enchufados, las influencias,etc.) y también los intereses en las relaciones afectivas y el juego del poder.

En una lectura más profunda, la más interesante y universal, la obra es un friso sobre el dilema entre la aceptación de las condiciones de nuestra vida y, por otro lado, el inconformismo radical, con muchas variaciones y matices, que representan cada uno de los personajes. El Misántropo trata de en qué medida debemos transigir para vivir en sociedad, y en qué medida podemos ser libres,honestos, auténticos… hasta dónde es razonable ponerse una máscara de apariencia y dónde comienza a ser un cinismo intolerable. Este es el meollo que puede hacer que la gente se comunique con la obra, que salga del teatro hablando de los personajes y sus conflictos, como si de sus propios problemas se tratara.

Y, aún a un nivel más personal, (que es el que me mueve en este empeño), esta obra describe el momento crítico del ecuador de la vida, cuando lo que está en juego no es ya tanto el engaño social como el autoengaño. Ese momento en que no podemos seguir haciéndonos ilusiones sobre un futuro improbable, y necesitamos decir la verdad sobre nosotros mismos. Esta es la vertiente que emparenta este misántropo con la esencia chejoviana.

sábado, 14 de mayo de 2011

Una propuesta para un público




11. Elijo obras del repertorio porque en ellas están las fuentes esenciales de las que beber. También porque a la compañía que dirijo le hace falta crecer y trabajar para esa inmensa minoría de aficionados al teatro. Sueño con un teatro `de arte´ y`popular´ en el mejor sentido de la tradición europea. Creo en el gran público, ávido de verdadera diversión y alimento espiritual; ¿es esto una fabulación idealista? Pues, como Max, en mi cuarentena, aún sigo creyendo en ella, y no tengo ganas de dejar de hacerlo.
Si fuéramos capaces de convertir nuestra austera y peculiar manera de trabajar en un sello insólito, hacerlo visible para el público, los medios de comunicación, los programadores, entonces quizá fuera ése un eficaz elemento de venta de nuestro ¡¿producto?! en el mercado. Así lo han conseguido otros compañeros como los de “La Función por hacer”,o en Guindalera, o los argentinos que tanto me gustan (en la prensa se apunta, con cierto aire de leyenda, los trabajos con los que los porteños tienen que compaginar su actividad teatral, sus ensayos hasta altas horas de la madrugada, su falta de medios que les obliga a utilizar escenografías recicladas, los vestidos de andar por casa, las salas reducidísimas en las que representan, muy próximos al público…). El crítico Marcos Ordoñez señala en sus últimas reseñas que ya estamos más que hartos de las grandes producciones que van en busca de “esa cosa oscura” y venden “humo” envuelto en carísimo celofán, para augurar: “habrá un día en que todo el teatro será como éste, despojado”. ¡Ojalá!
Sin embargo, no nos engañemos: hacen falta muy buenas propuestas escénicas y grandes actores si queremos hacer este teatro despojado. Porque lo espectacular de este teatro despojado es el gran juego del actor al servicio de buenas ideas, emociones honestas.

Confianza y disfrute de la dirección teatral


10.Decido corregir sólo lo imprescindible del guión, evitando la obsesión por la perfección. Tengo ganas de ensayarlo: nos vamos a divertir. Que sea en los ensayos, con los actores, donde se corrija el guión. Tengo ganas de contar mucho con ellos: creo que la frescura de la puesta será debida a su participación activa (sigo soñando con esa otra manera de dirigir, paciente, indirecta y no impositiva).
Escucho muchas músicas: sonarán casi de continuo. Que divertido es montar una fiesta, (espero que esta cueste bastante menos que el 2º acto del Chéjov). Quiero ser un irresponsable. Si debo hacer 4 o hasta 12 más de estos episodios del "Ensayando..." sólo lo lograré si no le doy demasiada importancia. Al fin y al cabo, es sólo un juego.

viernes, 6 de mayo de 2011

Un capítulo para la serie de televisión: “Ensayando…”



09. Vengo pensando desde hace unos meses en acometer un proyecto de ficción de 13 capítulos sobre el mundo del teatro. Mi amigo Tomás dice que es donde puedo dar lo mejor de mí (una vez más el juego del teatro en el teatro). En cada capítulo se trataría un tema relevante del hecho escénico, se ensayaría una obra distinta del repertorio universal y los personajes serían gentes del teatro, y el espacio, el teatro donde trabajan. Ya creé una estructura, unos someros argumentos y los personajes que compondrían la supuesta compañía.
Mi amiga Paloma y mi hermano Mauricio (que desde hace tantos años viene impulsándome
a que haga tele) me presentan a varios reconocidos productores de televisión que, por un lado me animan a seguir con la jugosa idea, y por otro lado, me infunden todo tipo de recelos y negros augurios.
El productor Guillermo me hace ver la necesidad de rodar un `piloto´: comienzo a trabajar (con el apoyo de mi alumno Néstor) una buena idea para “Ensayando… HAMLET”. Sin embargo, un fortuito encuentro con mi amiga de la adolescencia Ayanta Barilli me hace cambiar la perspectiva. Ayanta (que dirige el Teatro Lara) me suelta como quien no quiere la cosa, por qué no hago algo para el off del Lara. Voy a ver al vestíbulo del teatro Lara, “La Función por Hacer”, sobre 6 personajes… de Pirandello. Y me lleno de esperanza y se me hace la luz: debo presentar primero la versión escénica de “Ensayando…El Misántropo”, para intentar después volver a hablar con los productores de tv (si la cosa funciona). Este Misántropo es perfecto para el
vestíbulo del Lara, con sus columnas, con su escalinata, con el público alrededor de la acción, el público que acude al supuesto “cóctel” de la compañía. De hecho, el Lara sería perfecto para rodar toda la serie (¿se compadecerá de mí, mi vieja Ayanta?)

La sustancia “atrabiliaria” de Molière

8. Si no estás lleno de rabia, si no tienes ganas de vengarte de un concreto dolor, es mejor no acercarse a Molière. Porque en la sustancia de Molière está esa afilada `mala leche. Durante la escritura del guión estoy descargando mis `demonios´ y vengándome de unos cuantos. Jamás he escrito nada similar, y me siento raro. Lo cierto es que es muy liberador, terapéutico. Posteriormente limaré referencias demasiado explícitas que la educación y el buen gusto me obligan a retirar. Con todo, ¿es mi sensibilidad la más idónea para este sarcástico Molière?

viernes, 29 de abril de 2011

El mundo del teatro en Molière



7. Leo la maravillosa biografía de Bulgákov: la vida de Molière es una vida vinculada al teatro, como pocas. Su obra es el resultado de las peripecias del devenir vital, de las necesidades de su trayectoria artística. El propio Molière escribió obras sobre las polémicas suscitadas por sus enemigos en otras obras suyas: La Crítica a las Mujeres Sabias y La Improvisación de Versalles son comedias donde los protagonistas son los actores de su compañía. Molière escribía sobre sí mismo y el violento mundo del teatro que le rodeaba. Dar el marco del teatro para este Misántropo no es ni tan siquiera una idea nueva: estoy deseando leer un Misántropo contemporáneo del británico Martin Crimp en la que, al parecer, Alceste es un dramaturgo, según me cuenta el actor Juan Ceacero. Una noticia de prensa da fe de un estreno en Londres de esta versión.

Molière es el Misántropo






6. Como dice Harold Bloom, de la tríada de obras esenciales de Molière, “Tartufo”, “Don Juan” y “Misántropo”, (variaciones sobre el mismo tema de la hipocresía), quizá sea en la última donde el autor habla más directamente de sí mismo, de su humor negro, de la hipocondria, el alejamiento del rey y de la corte, las continuas desavenencias con su mujer, quien coquetea con su protegido en su propia casa, con la sociedad intrigante de París. De hecho, es la única obra en la que Molière se reservó el papel protagonista para interpretarlo él mismo. Sin embargo, como también se dice en el propio libreto de nuestra función, Molière necesita reirse de sí mismo a través de Alceste: un neurótico encantador que, en su exaltación de la honestidad y la utópica gloire, en su enfrentamiento con el mundo de las apariencias, resulta cómico por contraste. He ahí la genialidad molieresca: el hacer del sufrimiento dramático del inadaptado, un motivo de risa, también digno de lástima. El Misántropo es, por tanto, Alceste ante todo.

sábado, 23 de abril de 2011

Si no es personal.....



5.Si no es personal, no es interesante.
Si es demasiado personal, no es universal.
Como dicen los personajes Max y Teo en el texto de mi versión, una de las claves para hacer vivir un clásico es encontrar en los interrogantes que se desprenden del texto, aquellas preocupaciones que forman parte de tu propia vida actual, a condición de que se intuyan como preocupaciones también de tus contemporáneos. Ahí es donde comienzo a entusiasmarme, a tener la intensa convicción de que se puede imaginar una nueva mirada sobre Molière.

Molière se desenfunda



4.Comienzo a escribir la primera escena de mi versión: escojo la peor traducción (por supuesto en prosa), y huyo como de la peste de la retórica remilgada, de los juegos florales para argumentar las razones de unos y otros, (como quiero huir de los vestidos de volandas y encaje, y los gestos amanerados de la corte…), y ¡oh,
sorpresa! Al leer la primera escena (decido comenzar por el encuentro con el admirador Oronte, que me divierte), veo que el diálogo fluye como la seda, suena a conversación de gente de hoy (cultos, pero de hoy).
También ocurre que en lugar de la exposición ordenada de los argumentos, el lenguaje adquiere un aire elíptico, con subtextos y sobre-entendidos, (propios de la dramaturgia de Chéjov, de la que vengo)Siempre he creído que hay que partir de romper el tópico de un autor, el cliché de un tipo de teatro para, al sacar la obra de su tono previsible, se le devuelva a la obra su lozanía. Si es un clásico es de hoy. Quizá sería imprescindible, aún cuando se decidiera mantener el texto tal cual, hacer siempre este ejercicio de acercar los clásicos a las maneras de hoy, para ver qué nos dicen, cómo resuenan.

miércoles, 13 de abril de 2011

Amores

3. Amores contrariados y paradójicos En ambas obras hay un componente nuevo que logra atraerme: sus protagonistas sufren una pasión amorosa por mujeres con un sentido insólito del juego de los afectos. Reconozco que el tema me impacta personalmente: salgo de unas liosas relaciones sentimentales y necesito tratar de arrojar luz a mi perplejidad. Lo divertido es que no sólo son amores contrariados, sino paradójicos. Estos “quijotes de la sinceridad”, estos uraños seres anti-sociales ¡¡¡se enamoran precisamente de mujeres perfectamente integradas en el sistema y necesitadas de aprobación social!!! El conflicto está servido.

lunes, 28 de marzo de 2011

Dejad de quererme

2. “Dejad de quererme” Hay una peli francesa con ese título, y con un planteamiento que me llamó la atención: un hombre en la crisis de los 40 manda a paseo su vida entera: amor, familia, trabajo, creencias... Mi propia crisis vital en ese momento (finales del 2008)me hace entrar a verla. El inexplicable comportamiento del personaje me intriga en su primera parte; la resolución del enigma, en cambio, me defrauda en la segunda: un enfermo terminal que rompe los lazos afectivos para evitar heroicamente el sufrimiento de sus seres queridos ante su inminente desaparición. Con todo, la película me hace recordar el Misántropo de Molière (también La Desgracia de Ser Inteligente, de Griboiédov). Pienso: debo ver mucho cine francés (Rohmer, Godard, Truffaut, Malle, Rivette…)porque intuyo que en este aire francés puede haber una buena traducción de Molière a nuestro tiempo. En cuanto llegue a casa, me devoraré los textos de Molière y Griboiédov.

domingo, 20 de marzo de 2011

Nunca me atrajo Molière


1.A propósito del nuevo proyecto “Ensayando…EL MISÁNTROPO” 1. Nunca me atrajo Molière. El impulso parte, en este caso, del rechazo. ¿Qué hay en Molière que no me cautiva? ¿Por qué, siendo considerado por todos como uno de los grandes, se representa proporcionalmente tan poco? ¿Será cierto que no es un autor en la órbita de nuestro tiempo? De estas preguntas nace mi curiosidad para comenzar a tirar del hilo y deshacer unos cuantos prejuicios.